La poeta nacida en Italia pero criada en Mar del Plata comparte en la sección "Entretextos, literatura de acá" los poemas "Purificación", "Éxtasis y agonía" y "Espejos de agua".
Purificación
Abro las ventanas de par en par,
bebo las primeras luces del día.
Arrastro las sábanas hasta los pies de la cama,
con la esperanza de que los restos de piel muerta se desvanezcan.
La remera vieja que uso de pijama es un bollo amorfo que ya no necesito.
Paso en orden plumero, escoba, lampazo, trapo,
después de algunos estornudos.
Es de esos días de primavera y polvo,
en los que pienso que limpiar la casa
y ordenar todo un año en dos horas
puede servir de algo.
Prendo un sahumerio, lo dejo 5 minutos en cada ambiente.
Ni siquiera creo en la brujería, pero siento que el humo perfumado lo purifica todo.
El aire y el sol que se meten líquidos por los marcos de la ventana
me enfrían solo la nariz y los pies, aunque el mediodía esté en lo alto.
Esta casa tiene muchos ambientes,
uno dentro de otro se encastran,
como bloques de un mismo juego, llevan un orden preciso.
Repaso cada pieza, el aire es cada vez más frío, más limpio.
Los ruidos de la calle son pájaros mudos e invisibles,
pero siento su presencia en todos lados,
como si pudieran verme a través del techo y las paredes,
observan mis movimientos de gamuza frenética.
Las cortinas desprenden todos los sueños acumulados por años,
se mezcla el aroma del sol y los químicos para limpiar muebles
con los sahumerios que me obstino en mantener prendidos,
para que inunden las sábanas, las almohadas,
cada uno de los hilos y filamentos de la remera tres talles más grande.
Una ventana se abre de golpe,
consume con una ráfaga el último de la feria de artesanos
y termina de inutilizar los restos del mate que quedó servido,
de la pava sale un hilo de vapor.
En este concierto de olores,
el único que falta es el tuyo.
Éxtasis y agonía
El aire de la cama
es más espeso el domingo,
invierno o verano,
la siesta pegajosa es una mentira
que te inventas como excusa,
para descansar al séptimo día
y bendecirme
y santificarme
porque en él reposó
de toda la obra
que había hecho en la creación.
Eras una fantasía sepultada,
un náufrago en la Isla de los Hombres Perdidos
pero viniste a encallar en mi frente,
y ayudarme a recordar
cómo se jugaba a esto,
instrucciones sencillas:
gracias por fingir desinterés,
gracias por el cumplido a los 15 minutos,
gracias por dejar de jugar,
y volver al tablero a las 8 horas
así sí te metés en mí
llamamos al Sueño
“Hermano de la Muerte”
tres Noches seguidas,
las Tres Gracias por la tarde
De sus párpados brota
el amor que afloja,
los miembros cuando miran
y bellas son sus miradas
que lanzan bajo sus cejas.
Por vos pierdo el turno
y me como la manzana,
por vos, abandono
la estirpe brillante que vive en la Isla de los Afortunados
y me entrego a tu mano adiestrada por Eros
Espejos de agua
I. El lago
puedo llegar a la orilla de memoria
incluso ebria
o después de discutir a oscuras
la superficie refleja
dos muros que encierran
este hielo derretido
el sol
mi cabeza hierve
mis piernas congela
el hielo
no encuentra el equilibrio necesario
la fuerza de voluntad
para irme
II. El dique
Es normal
que el sol pique
así
no es normal
este espejo encerrado
entre dos montañas
lo hicieron
junto con el túnel
que te escupe atraviesa
la pared de piedra hicieron
ni siquiera el deshielo
lograba algo
me zambullo
al lado del cartel, la orilla
que dice prohibido bañarse
en este espejo sin olas sin viento
no tengo miedo
ni del cartel
ni de lo frío
que me dijiste
que iba a estar
ni del monstruo que seguro habita
en el centro profundo me zambullo
lavo la tierra pegada en mis piernas
de este desierto
que nos rodea
quiero lavar
y dejar acá
otro monstruo que le haga compañía
Chiara Abiuso nació en el verano de 1993, en Italia, pero fue criada en Mar del Plata, por lo que cada 15 de junio se queja del frío y amenaza con volverse al otro hemisferio. Siempre le gustó leer y escribir, pero se acercó a la poesía en 2021. Sus textos recorren espacios y seres protegidos por la ficción. Publicó “El hielo es el nombre común del agua”, “Qué injusto y otros poemas” y “Espejos de agua y otros poemas”, todos autogestivos, todos en 2022. A veces lee en voz alta frente al espejo, pero le gusta más hacerlo frente a personas. Por eso participó de los ciclos “Festín”, “Nubosidad variable” y “Delirio y Choreo”, el ciclo creado por el taller de poesía Proyecto Ruptura, al que extraña mucho. Pueden encontrarla en Instagram, como su alterego @francesfarmer__, en honor a la mejor banda del mundo.